






Amanecimos crudos y cansados. Pero después de un buen baño y un buen desayuno ya estábamos listos para nuestro siguiente punto. Guardamos en la mochila lo necesario y salimos rumbo a Zipolite. Le pedí a Miros que se pusiera de nuevo ese short a media nalga que le hacía ver un culo fenomenal, lo combinó con un top blanco y sus sandalias, se puso una gorra roja y lentes oscuros. Se veía hermosa y buenísima. Caminamos hacia la carretera esperando el transporte que nos llevaría a aquella playa. De pronto, se detuvo un auto junto a nosotros, se asomo una chica y nos preguntó si les faltaba mucho para llegar a Zipolite. Cuando nos acercamos, vimos que eran una pareja, ella se veía guapa y sonriente a él no lo alcanzaba a ver bien. Le contestamos que nos les faltaba mucho y que nosotros íbamos para allá, si podrían darnos un raid. Nos dijeron que si, nos subimos y ya íbamos de aventón a Zipol -- Hola -- dijo Miros. Yo soy Miroslava y el es Artemio, mucho gusto. --Mucho gusto -- contestó ella. Nosotros somos Mar y René. Salió la conversación casual que de donde son? que andan haciendo por acá? Ellos son de Cancún y andaban de vacaciones en Oaxaca, además que decían aprovechaban que por acá no se encontrarían a nadie. -- Ah si? -- dijo Miros -- Van a andar encuerados? O que? Yuuuuyy -- Aún no sabemos, pero queremos hacer algo diferente -- dijo Mar- verdad mi amor? Y le acarició la pierna a su pareja que manejaba. El solo se puso rojo y todos reímos. Nos preguntaron si teníamos donde quedarnos o dónde dormíamos. Le dijimos que teníamos una habitación en Mazunte y de ahí nos movíamos a diferentes playas, entonces por la noche regresabamos. Ellos apenas iban llegando y aún no sabían en donde iban a quedarse. Llegamos a Zipolite y pensé que ahí nos separaríamos pero Mar nos dijo: Quieren tomarse una cerveza con nosotros? No conocemos a nadie y estaría bien si llegabamos juntos. Yo volteé a ver a Miros, con la mirada me dijo que no tenía problema, además con la cabeza me señaló hacia Mar que se había bajado del carro. Era una chica alta y esbelta, llevaba un short rojo ajustado que hacía que sus caderas se marcaran muy bien, lo combinaba con una blusa fresca color blanco que también hacia resaltar sus pechos, unos zapatos tipo sandalia, lentes oscuros y una hermosa sonrisa. Acercándose a ella estaba René, el también era alto y delgado. Vestía una camisa de lino azul marino, unos pantalones claros del mismo material y lentes oscuros. Se veía fresco. Volteé a ver a Miroslava y le sonreí. Aceptamos la propuesta y nos dirigimos hacia la playa. Primero metimos los pies al mar, saludando al gran océano, caminamos sobre la playa observando las palapas, cuando nos gustó una nos metimos ahí. Nos sentamos en una mesa y pedimos unas cervezas, el calor estaba con todo así que nos caería bien algo frío. La plática transcurría tranquilamente hasta que Mar le comenzó a echar flores a Miroslava -- que guapa te ves -- dijo Mar. Los meseros de la entrada no te quitaban los ojos de encima. Y como no verte si traes un short muy revelador. Se sonrojó un poco cuando lo dijo. Todos reímos y continuo En serio, ví como uno le daba un codazo al otro para que volteara a verte. -- Yo siempre dejo que vaya un poco adelante de mi, me gusta que me la chuleen. Jajajaja -- dije yo. René me contestó, entonces te gusta que vean a tu mujer? Y volteo a ver a Mar que estaba pendiente de la plática. -- Jajajaja Si, me gusta presumirla -- dije yo. -- Y a ti ni te pregunto -- dijo mar dirigiéndose a Miros. Se ve que disfrutas las miradas en ti. -- Solo un poco -- dijo Miros. Cuando son de esas miradas ricas que te ponen cachonda si me gustan jajajaja. Ya íbamos en la tercer cerveza y estaba cachondon el día. De vez en vez pasaban chicas con diminutos bikinis que dejaban ver todas sus curvas. Mar nuevamente abrió la conversación preguntando a Miroslava -- te pondrías algo así? Señalando a dos chicas que pasaban en traje de baño de hilo. Miros me miró y sonrió, -- traigo algo así -- jajaja Estamos en Zipolite y aquí se vale andar encuerados, no? -- dije yo. Ustedes se deberían de poner algo más cómodo, no creen? Reímos. La flecha había sido lanzada, a ver si daba en el blanco. Miros se puso de pie, nos dió la espalda y fue bajando sensualmente su short quedando en una pequeña tanga color gris. Me encanta cuando Miroslava comienza a ponerse cachonda, comienza a hacer pequeñas puterías que van subiendo de intensidad conforme más cliente se va poniendo. Ambos aplaudieron y René le dijo a Mar -- Mi amor, ahora te toca a ti, haznos el honor. Mar sin decir nada solo sonrió, se puso de pie, nos dió la espalda y fue bajandolo lentamente. Quedo en una tanga roja que la hacía ver deliciosa. Yo quedé maravillado con sus nalgotas pues se bamboleaban con cada uno de sus movimientos. Seguimos bebiendo y viendo que no se espantaban y traían ganas de hacer algo diferente "como ellos dijeron", les dijimos que si nos acompañaban a hacer unas fotos sexys.