Salí del trabajo ya con ganas de ver a Miroslava, habíamos q..

Salí del trabajo ya con ganas de ver a Miroslava, habíamos quedado de vernos en una cafetería donde solíamos comer. Cuando llegue ella ya me estaba esperando sentada en una mesa, bebía algo colo rojo, cuando vió que me acercaba abrió las piernas sin importar que unos sujetos vinieran atrás de mí y me sonrió. Pude ver una tanga negra que me encantaba, apenas le cubría la panocha y de vez en vez se le abultaba un labio de un lado. Sonreí porque muchas veces use esa tanga para nuestras perversidades, había veces que la usaba como collar, cubre bocas o me la amarraba en la verga cuando me la cogía. Me acerque a saludarla, la besé en la boca y cuando me agaché ella aprovechó para apretarme la verga. Ya andaba cachonda y yo también, la tarde pintaba muy bien. Comenzamos a caminar hacia la estación más cercana del metro, caminé a su lado mientras pasaba un brazo por su cadera agarrándole el culo. Seguimos un par de calles así, con mi mano en su culo mientras ella me sonreía putona. Llegando a la estación al usar las escaleras eléctricas me pegué a ella y comencé a sobarle la panocha sobre la pequeña tanga que usaba. La falda apenas le cubría el culo y por el frente si tenías suerte podrías ver el pequeño triángulo de tela que le cubría la pucha. Se veía deliciosa y corriente al mismo tiempo porque la iba manoseando a mí antojo descaradamente frente a los que pasaban. Quería que se dieran cuenta que era mi puta Nos subimos al tren y nos acomodamos al fondo del vagón, cuando pasamos entre los asientos notaba como de reojo le veían el culo a mi perra, a mí me gustaba ver cómo la sabroseaban, y como no hacerlo si el vestido apenas le cubría sus nalgotas. Encontramos asientos libres y nos sentamos, frente a nosotros venía un hombre con los ojos cerrados, su apariencia decía que era albañil o de algún oficio similar. Aparentemente el señor dormía, así que provocando a Miroslava le abrí las piernas dejando que se viera su pequeña tanga. En algún momento moví la tanga hacia un lado y comencé a abrirle la pucha, si el señor abría los ojos me iba a ver sobando el coño de Miros y a ella con las piernas abiertas disfrutando comportarse cómo puta. Cuando se lo dije sentí como se humedecía su panocha y gimió. Nos gustaba jugar con fuego y lo hicimos un par de veces más, desafortunadamente el señor nunca despertó. Estábamos a punto de llegar al final de la línea y aquí en México cuando el tren llega a la última estación la gente baja y el tren entra al túnel para dar la vuelta de regreso. Esa vuelta tarda unos minutos que vimos que podríamos aprovechar. Nos esperamos a que bajara toda la gente y cerraran las puertas. Entramos al túnel y ella comenzó a exhibirse, tomé mi teléfono, encendí la cámara y comencé a grabarla. Yo estaba que ya me la quería coger ahí mismo pero el tiempo no nos dió para mucho, logramos hacer unas cuantas tomas y algunos videos. Salimos del tren ya calientitos, así que la anime para que se siguiera exhibiendo en los transbordos. Ya en la última escalera que tomamos para salir, pensamos que no había nadie pero unos vatos vieron como llevaba la falda en las caderas enseñando las nalgas, cómo se empinaba para que le tomara fotos y uuuuuff cuándo ella se dió cuenta creí que se cubriría pero aguantó, la muy puta siguió subiendo mostrando el culo y cuando llegó a arriba simplemente bajó la falda como si nada hubiera pasado. La alcancé, la tomé de la mano para que vieran que venía conmigo y nos dirigimos hacia la salida. Caminamos por los pasillos y cuando llegamos a la salida me dí cuenta que había un policía recargado cómodamente en los torniquetes dándonos la espalda, andaba en la pendeja el policía (me imagino como muchos en Latinoamérica) y decidí aprovechar la ocasión. Le pedí a Miros que se acercara a él enseñándome el culo para que le tomara unas fotos, ella lo hizo y fue a preguntarle algo al poli, llevaba la falda en las caderas mostrándome sus deliciosas nalgas mientras hablaba con el tira. Tomé las fotos rapidísimo y salimos de la estación riéndonos. Salimos del tren ya calientitos, así que la anime para que se siguiera exhibiendo en los transbordos. Ya en la última escalera que tomamos para salir, pensamos que no había nadie pero unos vatos vieron como llevaba la falda en las caderas enseñando las nalgas, cómo se empinaba para que le tomara fotos y uuuuuff cuándo ella se dió cuenta creí que se cubriría pero aguantó, la muy puta siguió subiendo mostrando el culo y cuando llegó a arriba simplemente bajó la falda como si nada hubiera pasado. La alcancé, la tomé de la mano para que vieran que venía conmigo y nos dirigimos hacia la salida. Caminamos por los pasillos y cuando llegamos a la salida me dí cuenta que había un policía recargado cómodamente en los torniquetes dándonos la espalda, andaba en la pendeja el policía (me imagino como muchos en Latinoamérica) y decidí aprovechar la ocasión. Le pedí a Miros que se acercara a él enseñándome el culo para que le tomara unas fotos, ella lo hizo y fue a preguntarle algo al poli, llevaba la falda en las caderas mostrándome sus deliciosas nalgas mientras hablaba con el tira. Tomé las fotos rapidísimo y salimos de la estación riéndonos. Íbamos en busca de un lugar donde comer y tomar una cerveza. Ya les contaré que hicimos en ese lugar, pero les puedo asegurar que estuvo delicioso.