En ese entonces aún no vivía con Miroslava y llevaba ya algu..

En ese entonces aún no vivía con Miroslava y llevaba ya algunos días de no verla, había tenido mucho trabajo y no habíamos coincidido en horarios. Ella me insistía que fuéramos a coger, que me escapara pero yo no podía dejar mi trabajo así nada mas. Aunque he de confesar que también quería ponerle una buena cogida. Me había dado cuenta que le gustaba la verga y que podía volverla mi perrita personal. En esos días me avisaron que me tocaba reparar el marco de una fotografía y cambiarle el vidrio. Era viernes y ese trabajo no me llevaría más de medio día. Al terminar tendría el resto del día para mí. Que creen que hice? Pues claro, escribirle a mi putita y decirle que le tocaban unos vergazos, ella emocionada me contestó enseguida que si que solo pedía permiso y quedamos de vernos más tarde. El lugar de mi trabajo sería un departamento en la zona centro de la ciudad. Cuando llegue me dijeron que tenían que salir y que me quedaría solo hasta terminar el trabajo. De inmediato vi una oportunidad de diversión. Les avise que llegaría un ayudante para que lo dejaran pasar y terminar más rápido, estuvieron de acuerdo y se fueron. Antes de que los dueños se fueran ya le había escrito a Miroslava para que fuera mi ayudante en la chamba. Me dijo que estaba en clase y que no podía salirse. Yo no me rendí y le dije que si me ayudaba después de salir del trabajo íbamos a comprar un atuendo puton para salir por la noche. A pesar de que era tentadora la oferta ella se estaba poniendo difícil. Al final la convencí diciéndole cochinadas y que me la iba a coger en la sala de los dueños del departamento con las ventanas abiertas. Al poco tiempo que se fueron los dueños ella llegó. Coincidió que llevaba una camisa a cuadros de franela, medias, falda y botas. Tenía todo lo necesario para ser mi ayudante. Me puse manos a la obra al trabajo, pero después de media hora de haber comenzado pedí motivación para seguir trabajando, ella de inmediato se dió cuenta de mis intenciones y se quitó su falda quedando apenas en una minúscula tanguita de hilo. Seguimos trabajando y en cada momento que podía le deba un arrimón, ella me paraba más el culo invitandome a partirlo. Me saque la verga y ya los arrimones eran directos. Justificando el trabajo, le hacía sostener cosas para que quedara empinada y darle unos piquetes en su panochita que sobresalía de la tanga empapada. No pude aguantar más y solo le moví un poco su hilo para dejársela ir toda. Me la cogí por todos lados. La cocina, la sala, el pasillo. La empinaba delicioso por todos lados. Su manera de apretarme la verga mientras movía el culo era torturante. La usaba delicioso como mi funda personal. Después de un rato de cogermela por todos lados se la saque la puse de rodillas y se los aventé en la cara. Se veía hermosa con toda la cara mequeada chupandome la verga. Me hubiera gustado que fuera otra verga la que chupaba mientras yo me la cogía por atrás. No les recomiendo mezclar sexo con trabajo, después de una cogida así solo dan ganas de echarse a descansar y hacerle mimos a tu perrita. Con fuerza de voluntad nos pusimos a trabajar, terminamos dos horas después y nos marchamos. Si así comenzaba el día, no sé cómo iba a terminar...