

Medias, Rumania.Hace unos años vi en la television una pelíc..
Added 2024-11-13 23:14:19 +0000 UTCMedias, Rumania.
Hace unos años vi en la television una película cuyo nombre no puedo acordarme. Era la secuencia de un viajero, de forma introspectiva, errática y acelerada describiendo sus actividades diarias durante un día de mochilero. Recuerdo que me impresionó la crudeza con la que narraba que después de salir del hotel, caminar, buscar comida, llegaba a la ducha del hostal y se masturbaba; todo en primera persona.
Esa escena resonó conmigo durante años, porque mientras empezaba a viajar por el mundo siempre pensaba a qué hora un mochilero tenía tiempo para siquiera poderse masturbar. Y resonaba porque cuando empecé a liberarme sexualmente en mis viajes (era una persona muy tímida, luego hablaremos de eso) me di cuenta que no había problema alguno en sacarme leche cuando lo necesitaba.
En aquella película, el actor narraba todo cómo si estuviese yo viviéndola en este momento. Salí, conduje cómo 80 kilómetros, comía en algún restaurante de carretera, volvía a montarme, miraba el paisaje, llegaba, ducha. Y durante esos días en los que no tuve tiempo de nada, de repente me vi en la ducha del hotel confrontado con mi reflejo en el espejo, tentándome claro a empezar a a jugar con él. Entonces, a pensar. ¿Y en qué pensamos cuando nos sujetamos a nosotros mismos y nos masturbamos? En escenas, en todo, en la nada; en el mismo cuerpo o en el de los demás. En recuerdos, en ilusiones.
Y en ese momento, en ese llamado “rapidin”, sucede.