

Se que puede sonar extraño, porque muchas veces en nuestra misma forma de crecer y socializar, hemos visto a la masturbación como un acto íntimo y personal. Hacernos la paja es visto como esa forma de darnos placer en soledad, y le hemos dado un matiz de vergüenza incluso, como si fuese la “última opción” en caso de no tener sexo. Cuando lo hablamos con los amigos, normalmente se toma en chiste. Cuando nos la hacemos, sin darnos cuenta, hemos caído en la repetición de un acto que hemos vuelto aburrido. Al ser una opción de “descarte sexual”, muchos hemos pasado de largo de ella.
Sin embargo, algo que empecé a ver con mis viajes, visitando gente de muchas partes del mundo y conociendo personas que serían amigos tiempo después es que el mismo acto de hacerse la paja no necesariamente tiene que ser un acto privado y solitario. Recuerdo incluso claramente un día, en que en casa de un amigo en Tailandia, pude ver desde mi cuarto la sombra en su cuarto de su mano, subiendo y bajando en su verga. Una y otra vez, me quedé hipnotizado viendo como lentamente se masturbaba mientras crecía en mi pantalón una erección causada por el vouyerismo. ¿Lo buscaba? ¿Lo hizo a propósito? ¿Quería provocarme? Terminé parándome de la silla y caminar despacio a su cuarto solamente para verlo masturbándose y contrario a lo que muchos pensarían que sucedería a continuación, no me invitó a coger ahí mismo, sino que decidió directamente invitarme a unirme a masturbarme con él. Ahí, al lado de su cama, los dos, con la verga afuera viendo porno juntos.
Pasan los años y tengo varios amigos de pajas, personas que ven en estas fotos. Personas que me invitan a sus casas, donde una de tantas actividades puede ser simplemente “sacarnos leche”: acordamos que porno ver, que lubricante usar, o si hay popper involucrado. Hay gooners, aquellos que se pierden mentalmente en la masturbacion y desvarían entre gestos y jadeos casi animales hasta llegar al orgasmo profundo; los hay quienes gustan de cruzar manos y sentir la mía en su verga; o los que no les molesta que yo me masturbe mientras trabaja a mi lado. Los hay casados, solteros; heterosexuales, bisexuales o gays. No importa. Son todos hombres al fin y al cabo, y todos nos masturbamos de una u otra forma.
No tengan miedo de insinuarlo. No tengan miedo en incluso pedirlo en estas aplicaciones de sexo. ¿Que pasa si te gustaría solamente una paja con alguien, en lugar de tener sexo? No pasa nada. Hacerse la paja es darse placer, y al final, por el placer es que nos gusta hacerla y qué mejor es, compartirlo.