

Veníamos bajando de la montaña, habíamos pasado un par de dí..
Added 2022-10-15 05:52:27 +0000 UTCVeníamos bajando de la montaña, habíamos pasado un par de días en la sierra de Oaxaca, después de un pequeño viaje de introspección ya íbamos hacia abajo, hacia la playa. Nuestro plan era ir recorriendo el mayor número de playas que nos acabara el dinero o el tiempo. Después de unas cuantas horas de ir viajando en la camioneta colectiva un intenso olor a agua salda y el calor bochornoso nos decía que ya estábamos cerca, pocos minutos después nuestra vista lo confirmo, un maravilloso mar azul se veía desde la montaña mientras nos acercábamos. Nos bajamos en la primer playa que encontramos. Bienvenidos a Puerto Ángel decía un letrero. Tomamos nuestras maletas y caminamos hacia la playa, nos quitamos los tenis y sentimos la arena entre los pies. Con nuestro calzado en nuestras manos buscamos una palapa donde tomar algo, el calor estaba con todo y el día pintaba de maravilla. Nos sentamos en una palapa a descansar y pedimos un par de cervezas. Dejamos nuestras cosas junto a nuestra mesa y fuimos a tocar el mar. Estábamos super contentos de estar en la playa y más cuando comenzamos a ver a las chicas en bikini. Regresamos a nuestra mesa y ya estaban nuestras cervezas, nos pusimos cómodos y comenzamos a platicar, yo andaba en la lela cuando de repente sentí un codazo de Miroslava, volteé y vimos a dos chicas en traje de baño pasar frente a nosotros, nos miramos y sonreímos. Decidimos comer algo, mientras llegaba la comida Miros me dijo, me voy a poner más cómoda y se enfiló hacia el baño llevando consigo una pequeña bolsa. Cuando regresó me quedé con la boca abierta, traía un top de rayas blanco con naranja que le definía sus lindas tetas y revelaba sus pezones perforados, un short de mezclilla que le cubría solo media nalga y se le ajusta a delicioso, por el frente y por detrás se veía lo rica que estaba, la cereza en el pastel era una tanguita a la que se le salían los hilos por encima del short, uuuuufff!! Se veía riquísima y lo corroboré cuando la gente de las mesas cercanas se le quedaron viendo. Cuando se sentó le dije --te ves bien rica y putona- ella solo sonrió y me mandó un beso. Yo hice lo propio y me cambié ahí mismo en la mesa, saque una bermuda de mi mochila, mis sandalias y una playera blanca. Seguimos platicando y decíamos que a pesar de que estábamos en la playa y era bonita, no era el tipo de playa que queríamos, está se veía muy familiar. Comimos nuestros primeros mariscos, por supuesto yo pedí mi orden de ostiones y un cóctel de camarón, ya saben había que irnos preparando para una semana de cogedera intensa. Terminamos, encargamos nuestras mochilas y dimos una vuelta por la playa. Prendimos un porrito y nos sentamos a la sombra de una palapa abandonada y medio destruida, ahí se nos acercó una chica con gorra y mandil, nos ofreció sus servicios y nos dijo que trabajaba en un restaurante cercano que nos señaló con la mano. Después de decirle que ya habíamos comido nos hizo la plática, era simpática y alegre. Nos dijo que si le compartíamos de nuestro porro, sonreímos y se lo pasamos. Ya más en confianza le preguntamos por las playas y le dijimos lo que estábamos buscando, sonrió le echó un ojo a Miros y nos dijo a dónde podíamos ir, una playa cercana que se llama Cueva de Oso. Dijo que ahí la playa era menos concurrida, podíamos acampar y pasar la noche. Le agradecimos y nos pusimos en camino hacia esa playa. Aún era temprano y teníamos tiempo de hacer todo con calma. Caminamos hacia la carretera, yo dejaba que Miros caminara un poco delante de mi, se veía deliciosa, no podía dejar de mirarle el culo, además que me gustaba como volteaban a verla hombres y mujeres. La playa que nos había recomendado la chica no estaba tan lejos, así que decidimos caminar, con nuestras mochilas al hombre enfilamos hacia el lugar. Cuando llegamos ciertamente la cosa se veía diferente, había menos gente y los que andaban por ahí se veían en su rollo. Caminamos para encontrar un lugar donde establecernos, dónde pasar la noche. Mientras buscábamos pasó un grupito de turistas y varias de las chicas ya usaban tanguita en su traje de baño. Cuando pasaron nos volteamos a ver y reímos porque los dos le mirábamos el culo a las chicas. Una de las ventajas de estar en la playa es que Miros puede putear más descaradamente sin tanta conmoción. Mientras seguíamos caminando buscando donde acampar pasamos por un grupito de amigos que ya tenían su campamento buen puesto, escuchaban musica, fumaban hierba y reían. Cuando pasamos frente a ellos se quedaron callados, yo sabía que le veían el culo a Miros y a propósito dejé caer mis teléfono para decirle a Miroslava que me lo diera. Se dió cuenta de mis intenciones, sonrió y la muy perrita se agachó sin doblar las rodillas dejándoles ver su delicioso culo, su short bien metido en su culo dejando ver media nalga y de plus la tanga de fuera, se levantó y seguimos caminando. Cuando nos alejabamos escuchamos unos aullidos y un grito que decía: -- Una así, quiero una así Yo traía la verga dura de las puterías de mi mujer y ella se movía cachonda mientras caminaba. Le agarré el culo y le dije: -- Mira como los pones, seguro te van a dedicar una chaquetita está noche. -- Tu crees? Me contestó Recorrimos toda la zona y nos dimos cuenta que donde estaba el grupo de amigos era el mejor lugar para poner nuestra tienda de campaña. Le pregunté que pensaba de eso -- Quieres pasar el resto parando vergas?, Que te estén mirando el culo y morboseandote? Se apretó sus senos y me dijo: Te gustaría ver putear a tu mujer? Que unos desconocidos se la quieran coger? Quieres ver cómo ando parando vergas? Cómo respuesta solo le mostré mi verga parada, ella la tomó con su mano y caminamos rumbo al lugar. Cuando llegamos les preguntamos con quién teníamos que hablar para que nos dieran lugar, nos dijeron con quién. Le dije a Miros: -- Voy a hablar con el dueño, espérame tantito. Mientras me dirigía a pagar me imaginaba escenarios super porno donde Miroslava era cogida y tratada como una puta. Regresé con ella, ellos platicaban animadamente, nos despedimos, tomamos nuestras cosas y fuimos a armar la tienda. No nos quedamos al lado de ellos, agarramos la sombra de un árbol y nos quedamos en ese lugar. Estábamos como a 10 metros de ellos, lo necesario para tener nuestra privacidad. Terminamos de armar nuestro campamento y antes de salir de la tienda me dice Miros: -- Listo para ver putear a tu mujer? Listo para que le vean el culo a tu perrita y para que tal vez agarren las nalgas de tu puta? Me sobe la verga por encima de la bermuda y le dije: -- Vamos Salimos a asolearnos, pedimos cervezas , prendimos un porrito y nos sentamos a la sombra. Ahí estaban nuestros nuevos amigos, eran cuatro jóvenes que venían de Jalisco, tenían entre 23 y 28 años. Miros con su pequeño short y su tanga de fuera se movía con desenvoltura entre nosotros, el porrito pasaba de mano en mano y ella por cualquier cosita se agachaba para mostrar su delicioso culo. Yo solo me apretaba la verga de ver cómo se la comían con los ojos y más cuando me dijo --voy a meterme al mar, ahora vuelvo, uno de ellos dijo --Voy contigo y se fue corriendo atrás de Miros. A medio camino ella se inclino para quitarse el short, ya se imaginarán lo que vimos, en especial el amigo que fue corriendo atrás de ella. Cuando bajó el short dejó ver un hilo color negro de infarto, se veía riquísima, traía el hilo bien metido entre las nalgas y caminaba moviendo el culo. Pensé: -- Que puta es mi mujer En esas andaba cuando uno de los chavos que se quedaron me dice: --Con todo respeto que rica está tu vieja, se ve bien buena con ese short y ahora en puro hilo se ve... -- Cogible! completó otro de ellos. Y todos rieron. --Verdad que si? Les lancé. Le encanta enseñar el culo y al parecer tiene buen público, --reí. Uno de ellos me dice: -- En serio desde que llegaron ustedes mi vista solo se dirige al culo de Miroslava y no es que quiera ofenderlos pero está buenísima. Se ve que ha de coger riquisimo. Jajajaja yo reía mientras ellos me decían lo que pensaban de ella. --Al parecer no te molesta que le veamos las nalgas a tu chica. --Ya estoy curado de espanto, sabes con cuánta gente tendría problemas si me molestara porque ven con lujuria a mi mujer? Muchísimas! Al contrario, me gusta verla cachonda y si nos invitan una chelas trataré de conseguirles unas selfies con esas nalgotas. Cómo me encanta conseguir cosas gratis con el culo de Miros. Todos reímos y me dicen --ya disjite! Cuando ví a Miros regresar, pude ver lo rica que se veía de frente. Una tanguita que solo le cubría la panocha y sobresalía un mechón de pelos bien definidos y atrás de ella el otro amigo. Pensé que ya llevábamos mucho tiempo en la playa y no le había metido la verga ni una sola vez a Miroslava, así que iba poner solución a eso. En cuanto llegó nos disculpamos y nos fuimos a nuestra tienda. Ya estando en la tienda mientras ella se secaba yo le mostraba como traía la verga de lo cachondo que me tenía viéndola putear con los de Jalisco. --Y es el principio, decía mientras reía Le dije de la plática que había tenido con ellos y eso la puso más cachonda. La puse en 4 y de un empujón se la deje ir toda, se le fue fácil, estaba empapada. Diciendole cochinadas mientras le jalaba el cabello y le daba unas nalgadas, ella gemía cada vez más fuerte. A mí ya no me importaba si nos escuchaban, ya sabían que mi chica era una calienta pitos, entonces no sé sorprenderían por una cogidota rápida. El bronceado ya comenzaba a aparecer, le brillaba la piel con el sudor. Ya calientes le dije que abriera la puerta de la tienda y se asomara a ver si había alguien, mientras yo la seguía clavando. Sorpresa es que la vi saludar a alguien y sonreír, cuando eso pasó sentí un apretón en la verga. Yo me di cuenta y le comencé a dar más duro, saber que había alguien viendo desde afuera como me cogía a Miros me ponía a mil.